martes, 20 de julio de 2010

giri bala la santa que nunca come


"Muy pronto una pequeña figura apareció en el umbral de la puerta:¡Giri Bala! Estaba envuelta en una tela de seda de color de oro opaco. Según la usanza de la India, se acercó con modestia y con un ademán vacilante, mirándonos tímidamente por debajo del pliegue superior de la tela de su swadeshi. Sus ojos brillaban como rescoldos en a sombra que producía en su rostro la prenda de su cabeza. Todos nos vimos arrebatados por un rostro lleno de bondad y benevolencia extraordinarias, un rostro de positiva realización, de absoluta comprensión, libre de las manchas del apego por las cosas terrestres.Tímidamente se acercó y consintió a que la tomáramos fotografías y películas. Con actitud paciente y humilde, esperó que pusiéramos en práctica todas nuestras técnicas fotográficas de ajuste y cambio de luces. Finalmente obtuvimos para la posteridad, muchas fotografías de la única mujer en el mundo que se sepa haya podido vivir más de cincuenta años sin comer ni beber. (Teresa Newman, por supuesto, ha ayunado desde (1923). La expresión de Giri Bala, era sobre todo maternal mientras estaba ante nosotros, completamente cubierta por la suelta y ondulante vestidura, sin que viera de su cuerpo nada, excepto los ojos modestos su rostro bondadoso, sus manos y sus pequeños pies. Un rostro de extraña paz y de inocente serenidad, los labios anchos y temblorosos, como los de una niña; una nariz femenina, los ojos angostos y brillantes y una sonrisa pensativa...


La pequeña santa sentose en el pórtico con las piernas cruzadas. Aunque demostraba las naturales señales de su avanzada edad, no se veía extenuada; su piel aceitunada, había permanecido limpia y saludable, y su tono era nítido.

—Madre— dije en bengalí— durante más de veinticinco años he pensado con ansiedad el momento de esta peregrinación. Oí hablar por primera vez de su sagrada vida de Sthiti Lal Nandy Bedu.

Ella asintió en señal de reconocimiento.

—Sí, mi buen vecino de Nawabganj.

—Durante estos años he cruzado los mares, pero nunca he olvidado mi primitivo plan de que algún día podría verle. El drama sublime que, de modo tan modesto, está viviendo usted aquí, debe ser conocido y proclamado, ante un mundo que ha olvidado el divino alimento interior. Durante un minuto ella levantó los ojos, sonriendo con sereno interés.

—Babu (reverenciado Padre) sabe lo que es mejor. —Contestó humildemente....

—Madre—continué—, perdóneme pues que le abrume con tantas preguntas. Le suplico que responda pues aquella que desee; sabré comprender su silencio cuando lo haya.

Ella extendió las manos en un gesto lleno de gracia.

—Responderé gustosa, por más que me considero demasiado insignificante para ofrecer respuestas satisfactorias.

— ¡Oh, no; insignificante, no!—protesté sinceramente—¡Usted es una gran alma!

—Soy una humilde sirvienta para todos—agregó de un modo singular—. Me gusta en extremo cocinar y alimentar a los demás.

"Extraño pasatiempo—pensé yo—para una santa que jamás come".

—Dígame madre, quiero oírlo de sus propios labios, ¿vive usted jamás sin probar alimento alguno?

—Sí, es verdad—permaneció en silencio durante algunos momentos; su siguiente comentario reveló que había estado haciendo cálculos durante ese lapso —Desde la edad de 12 años y cuatro meses, hasta mi presente edad de sesenta y ocho años, o sea durante un periodo de más de cincuenta y seis años, no he probado alimento, ni bebido líquido alguno.

— ¿No siente jamás la tentación de probar alimentos?

—Si experimentara algún deseo de comer, me vería sin duda, obligada a hacerlo. —Con sencillez y, no obstante de un modo regio, expresó esta verdad axiomática, ¡bien conocida, por cierto, en un mundo que gira en torno a tres comidas al día!

— ¡Pero usted debe de comer algo! —Mi tono era de súplica.

— ¡Desde luego! —sonrió en rápida comprensión.—Su nutrición se deriva de las más sutiles energías del aire y de la luz solar, y del poder cósmico que recarga de energía su cuerpo a través del bulbo raquídeo.—Baba lo sabe. —Otra vez me había expresado su conformidad de manera suave y enfática.

—Madre por favor, reláteme algo de los primeros años de su vida. Hay en ello un gran interés para toda la India y aún para todos nuestros hermanos y hermanas de allende los mares.

Giri Bala hizo a un lado su reserva habitual y se dispuso a hablar con animación.

—Así sea. —Su voz era baja y firme—. Yo nací en estas selváticas regiones. Mi niñez nada tiene de excepcional, aparte de que en mis primeros años, me dominaba un insaciable apetito. Fui desposada siendo muy joven.—Niña —solía decirme mi madre—, trata de gobernar tu gula. Cuando llegue el momento en que te veas obligada a vivir entre extraños, con la familia de tu marido, ¿qué van a pensar de ti si ven que tus días están sólo ocupados por la preocupación de la comida?

La calamidad que ella había previsto se realizó. Contaba apenas doce años, cuando me reuní con la familia de mi marido en Nawabganj. Mi suegro solía avergonzarme de mañana, tarde y noche por mis hábitos de glotonería. En realidad sus regaños eran bendiciones disfrazadas, puesto que supieron despertar mis tendencias espirituales adormecidas.

Cierta mañana, el escarnio de que solía hacerme objeto no reconoció misericordia.

—Voy a probarte muy pronto —díjele yo entonces, movida a rápida decisión— que no volveré a tomar alimento alguno mientras viva.

— ¡Vaya! — Dijo— ¿Y cómo podrás vivir sin comer nada, cuando ni siquiera puedes vivir sin comer demasiado?.

— ¡Esta observación era incontestable! No obstante, una resolución de hierro se había apoderado de mi espíritu. Buscando un lugar apartado, me dirigí al Padre Celestial.

—Señor —oré incesantemente— enviadme un gurú que me enseñe a vivir de Tu luz y no de los alimentos de la tierra.

Un divino éxtasis se apoderó de mi. Guiada de un beatífico embrujo, me dirigí al ghat de Nawabganj, en el Ganges. En el camino hallé al sacerdote de la familia de mi esposo.

—Venerable Señor —le dije confiadamente—, ¿podría indicarme cómo puedo vivir sin comer?

Él se quedó mirándome sin pronunciar palabra. Finalmente me habló de un modo consolador.

—Niña —dijo—, ven al templo esta tarde; dirigiré una ceremonia védica especial para ti.

Esta ambigua respuesta no era lo que yo buscaba; continué mi camino hacia el ghat. El sol de la mañana penetraba las aguas; me purifiqué en el Ganges, como si estuviera ante la perspectiva de una iniciación sagrada. ¡Al salir envuelta en mis empapadas ropas, mi maestro, en la plena luz del día, se materializó ante mí!

—Pequeña, querida mía. — Dijo con una voz de amante compasión—. Soy el gurú enviado por Dios, para satisfacer tus ardientes plegarias. Él se vio profundamente conmovido por el desusado carácter de tu petición. Desde hoy, vivirás exclusivamente de la luz astral y todos los átomos de tu cuerpo se verán alimentados por la infinita corriente.

Giri guardó silencio. Yo tomé el lápiz y cuaderno de notas del señor Wrigth y escribí, en inglés, algunos datos que le informarían de las palabras de la santa.

Ella reanudó su relato con voz apenas audible.

—El ghat estaba desierto, pero mi gurú esparció en torno nuestro un aura de luz protectora, a fin de que no nos viéramos molestados por otros posibles bañistas. Me inició en una técnica de kria que libera el cuerpo de la dependencia de alimentos groseros de los mortales. La técnica incluye el empleo de cierto mantra y un ejercicio respiratorio más difícil del que cualquier persona normal podría practicar. No hay de por medio ninguna magia ni medicina; nada más que la kria.

A manera del periodista norteamericano que, sin saberlo, me había enseñado sus procedimientos, pregunté a Giri Bala sobre muchos asuntos que pensé serían e interés para el mundo. Me dio paulatinamente, la siguiente información:

—Nunca he tenido hijos, hace ya muchos años que me convertí en viuda, duermo muy poco, ya que dormir y velar son para mí la misma cosa. Medito por la noche y durante el día atiendo a mis deberes domésticos. Apenas si siento el cambio de clima de estación en estación. Jamás he estado enferma ni experimentado ninguna dolencia. Cuando me hago daño accidentalmente, experimento muy poco dolor. No tengo excreciones corporales. Puedo gobernar mi corazón y mi respiración. A menudo veo en forma de visiones, a mi gurú y a otros grandes espíritus.

—Madre, —pregunte—, ¿por qué no enseña a otros el método de vivir sin necesidad de comer?Mis ambiciosas esperanzas para los millones de hambrientos en el mundo fueron prontamente destrozadas.

—No. — Ella sacudió la cabeza—. Mi gurú me ordenó de modo muy estricto que no divulgara el secreto. No es su deseo intervenir en el drama de la creación de Dios. ¡Los agricultores no me lo agradecerían que yo enseñara a muchas personas a vivir sin comer! Los ricos y delicados frutos yacerían en el suelo, sin utilidad alguna. Parece que la miseria, la enfermedad y el hambre son latigazos de nuestro karma, que finalmente nos conducen a buscar el verdadero sentido de la existencia.

—Madre, — dije lentamente— ¿con qué fin ha sido usted elegida para vivir sin necesidad de alimentos?

—Con el fin de comprobar que el hombre es espíritu.—Su faz resplandeció de sabiduría—. Para demostrar que, mediante el desarrollo espiritual, el hombre puede gradualmente aprender a sustentar su vida en la Luz Eterna y no en la alimentación.
QUEM É AMMA?


Mata Amritanandamayi Devi (Mãe da Eterna Felicidade, em sânscrito) ou apenas Amma (Mãe), como é carinhosamente chamada, veio ao mundo em 1953, no Estado de Kerala, sul da Índia.

Quando nasceu, não chorou. Ao contrário, estampou um sorriso radiante. Começou a falar com apenas seis meses e, aos dois anos, já fazia orações e cantava em louvor a Krishna (uma das divindades mais importantes do panteão hindu). Filha de uma família de pescadores, aos dez anos largou os estudos para cuidar da casa e dos sete irmãos.

Sua natureza espiritual inata chamava a atenção de todos. Frequentemente era encontrada em profunda meditação e repetindo o nome de Deus. Nesta época, começou a manifestar uma profunda necessidade de servir ao próximo, cuidando dos mais carentes em sua aldeia, mesmo pertencendo a uma família pobre. Na adolescência, seu amor por Deus e por toda a Criação atingiu as mais elevadas proporções, resultando numa intensa e transformadora união com o Supremo. Aos 20 anos, foi reconhecida como mahatma (grande alma) e, desde então, dedica sua vida a uma missão: servir à humanidade e despertar em seus seguidores o sentimento de amor e compaixão, pilares da verdadeira felicidade.

No final dos anos 80, Amma iniciou turnês internacionais para levar sua mensagem ao Ocidente, por meio de encontros públicos. Estas viagens acontecem até hoje e atraem milhares de pessoas por onde passa.

Considerada uma santa viva, Amma conquista cada vez mais seguidores em todo o mundo, através de ensinamentos simples e do exemplo de vida desta que é uma das maiores líderes espirituais que o mundo já conheceu.

Na tradição milenar indiana, um santo ou um grande ser oferece sua bênção por meio de darshan, palavra em sânscrito que significa “presença divina”. Amma realiza este ritual através de um gesto que se transformou em sua marca: o abraço. Calcula-se que até hoje mais de 26 milhões de pessoas já foram abraçados por ela em todo o mundo. Com este verdadeiro exemplo de amor incondicional, Amma conforta a alma e alivia o sofrimento de todos que a procuram, independente de religião, raça, sexo ou posição social. As longas sessões de darshan costumam surpreender até os seguidores mais antigos. Amma muitas vezes chega a passar 20 horas ininterruptas abraçando milhares de pessoas que buscam seu darshan, sem demonstrar nenhum sinal de cansaço. “Quando existe amor, não existe esforço”, diz Amma.

Entrevista com a parteira madrinha Cristina




Curitiba/PR 2004Por Adelise Noal Monteiro -

médica e parteira(Esta entrevista foi divulgada na lista "Hinos da Semana", do Cefluris, dia 8 de agosto de 2005. A autora participou do Painel Arte de Partejar apresentado através da Associação C.H.A.V.E. Centro de Harmonia, Amor e Verdade Espiritual, no Fórum Social Mundial de 2005, sediado em Porto Alegre. Adelise ganhou o I Prêmio Nacional Amigas do Parto 2005).Adelise - Como começou seu trabalho de parteira? Como a senhoraaprendeu?Madrinha - Rapaz!... o trabalho começou pela intuição, meu padrinho me mandou, pra eu fazer um parto com o Santo Daime e eu fiz. Chego lá, faço as minhas preces a Nossa Senhora do Bom Parto, acendo o ponto da vela junto com o Santo Daime e aí início, rezando a prece. Dou um pouquinho de Santo Daime pra mulher e nós ficamos ali, dando aquela assistência a ela conforme as contrações que ela vai sentindo. Porque às vezes vêm as contrações e não é a hora do parto. Quando dá a primeira dose do Santo Daime ele vem e controla. As vezes passa o dia, quando é no outro é que vai iniciar. As vezes é pra logo e então, em pouco tempo antes de terminar a vela o trabalho tá realizado. Aí eu dou a segunda dose, vem vindo as contrações e eu vou ajudando também. Quando chega a hora, o nenê vem fácil, eu pego. Depois vem a placenta.Adelise - E os instrumentos?Madrinha - Os instrumentos, eu mesma faço. Depois que nasce o nenê, eu não corto o cordão em seguida, deixo ele ali. Aí, vou rezando as minhas preces, mexendo na mulher manipulação do abdômen, massagens) pra placenta descer, quando ela desce, aí, eu vou e corto. Corto com tesoura, pinças que me deram. Amarro com um cordão, coloco o Santo Daime com algodão. Faço isso até cair. Todo dia molhar com Santo Daime.Adelise - Como a Senhora aprendeu o ofício de parteira? Como foi seu primeiro parto? Quem lhe ensinou?Madrinha - Eu assisti em mim mesma, que a minha sogra fez e eu prestava atenção. Depois eu já era ajudante dela.Adelise - A sua sogra era uma parteira! Como era o nome dela?Madrinha - Maria, Maria Francisca das Chagas, já faleceu.Adelise - Morava no Mapiá?Madrinha - Era a mãe do meu esposo, aí aprendi com ela. Ela foi ficando velha e passaram pra mim e eu fui fazendo e fui passando pra outras.Adelise - Pra quem que a senhora passou?Madrinha - As que estão com a gente. A Maria Brilhante, sua filha Osmarina também. A Dalvina e a Maria Francisca. Elas aprenderam com a mãe delas que também era parteira. A Maria Corrente. A Maria Nogueira a mais antiga, chamada para os partos mais complicados. Ela é rezadeira. A Silvia, minha filha e a Rosa acompanham, dão assistência as parteiras. Assim a gente vai aprendendo umas com as outras. A gente se reúne, aí fica junto (ficar junto com um sentimento de comunhão). E agora apareceu na nossa comunidade uma médica. Então, ela ajuda mais porque é médica.Adelise - Quando uma mulher entra em trabalho de parto vocês vão juntas?Madrinha - Não, vai uma ou duas pra auxiliar. Depois a gente vai lá fazer uma visitinha. Porque ninguém quer muita gente, é bom pouquinha gente pra dar assistência ali. A gente sempre se reúne e conversa quando tá junto, passando como é e tal... Aí cada uma tem as suasentidades que acompanham a gente e que pode ajudar naquele trabalho.Adelise - Nesse sentido espiritual, quem a senhora buscava quando faziaos partos?Madrinha - Rapaz!... Eu sempre busco Deus primeiramente nas alturas emeu Padrinho foi quem me deu essa virtude aqui na terra.Adelise - Padrinho Sebastião?Madrinha - Sim, e também a minha sogra, porque eu aprendi com ela e eu sinto ela ao meu lado. E o meu protetor, que eu também tenho, o meu anjo da minha guarda, meu guia espiritual.Adelise - Quantos partos a senhora fez?Madrinha - Uns 50 partos. Aí parei. Quando me chamam eu boto outra, porque peguei esta doença aí. Ela tem DBPOC - doença pulmonar obstrutiva crônica. Pra fazer parto é preciso ser sadio. As vezes o nenê nascia e eu não tinha os aparelhos. Era preciso colocar a boca pratirar as secreções do nariz, puxar pra ele respirar. Eu fazia tudo isso porque não tinha os aparelhos.Adelise - Quando tinha laceração do períneo, como fazia?Madrinha - Ficava assim mesmo, fazia cozimento de ervas, banho de assento todo dia, de manhã e de tarde. Passava mercúrio e até o Santo Daime no local.Adelise - Quais as plantas usadas?Madrinha - Cajueiro, algodoeiro, as folhas. Ia cicatrizando, era assim, tudo naturalmente.Adelise - A senhora teve algum problema de hemorragia no parto?Madrinha - Graças a Deus não. Já nasceram dois nenês de bunda.Adelise - A senhora nem sabia?...Madrinha - Nem sabia, quando vi fiquei admirada. Mas aí tem que confiar. Botei a mulher num assento, num banquinho. Porque deitada é muito ruim. Ou até de pé mesmo. Seguro... A mulher faz força e mando abaixar... Uma delas, foi a filha do Padrinho e outra senhora lá. Masfoi rápido, foi saindo, eu fui ajudando com a mão e com o dedo, na força... A gente pega... não é como no hospital... e dá assistência a mulher e o nenê durante 8 dias depois do parto. Fico cuidando do nenê, dando banho, cuidando do nenê até o umbigo cair. Só depois vai. Sendo perto de casa, a gente vai todo dia, até completar 8 dias.Adelise - E fica durante todo trabalho de parto com a mulher ali?Madrinha - Todo tempo. Ninguém sai. A gente fica, dá um purgante. Óleo de rícino e chá de laranja.Adelise - Massagem a senhora faz?Madrinha - Fazia sim. Apalpava... balanço nas cadeiras na hora da contração... É muito bom! As mulheres dizem:- Ai Madrinha! Chega aqui!... Passa a mão aqui!... Que alívio!Adelise - E o Daime, como a senhora avaliava a dose a ser tomada?Madrinha - As vezes eu dava assim... Primeira dose dois dedos. Na primeira hora, se acelerava, dava mais um dedo. Se a contração aumentava, eu dava mais um pouco, um dedo, de meia em meia hora. As vezes é rápido. E tem vezes que depois da primeira dose, o Daimeacalma. Parece uma força de lua, uma coisa que o nenê tá sentindo. E as vezes passa uma noite e volta no outro dia e recomeça a tomar o Daime, e vem...Adelise - E o período expulsivo como a senhora conduzia?Madrinha - A hora que dá vontade de empurrar... Toma o Daime mais umpouquinho... as vezes fica ali, vai e volta, e com o Daime... Tuft!... E sai mesmo. A placenta se demora, com o Daime sai. Vai balançando o cordão. E ela vem, se puxar... Aí, fica tudo limpinho. Peguei meus netos, todos os bisnetos e outros. Um punhado de gente. Eu sou a mamãe velha!...Adelise - Quando a senhora fazia os partos, trabalhava com alguém lhe auxiliando?Madrinha - Com uma filha ou sempre com a assistência daquelas que fazemparto também, a Dalvina que a mãe dela também foi parteira. Nós duas juntas, era uma beleza! Ela tem a força dela, eu tenho a minha. A gente junta as duas forças. Ela sabe como é. Fica tudo mais fácil.Adelise - A senhora nunca fez parto sem o Daime?Madrinha - Nunca fiz. Só os meus, dos primeiros filhos foram sem Daime.Adelise - Então a sua sogra já era parteira antes do Daime?Madrinha - Depois que eu passei pro Daime, mudou o ritmo da gente com o Santo Daime. Tinha a bebida e era natural o nascer.Adelise - Como a senhora combinava para fazer o parto? Acompanhava a gravidez ou era só na hora do parto?Madrinha - As vezes eu tava em casa quando chegava alguém:- Madrinha! Mandaram buscar a senhora para fazer um parto. E eu ia. As vezes nem conhecia. Ali no Purus. As vezes no trabalho de Daime começava e eu tinha que sair do trabalho para fazer o parto. Era assim, eu não dei assistência os nove meses. A gente dava umas orientaçõesquando elas pediam e algumas massagens. Só agora com a Guete, se faz isso. Ela é médica.Adelise - E o material para fazer o parto?Madrinha - A gente comprava uma tesourinha... queimava com álcool. O cordão umbilical prendia com cordãoAdelise - Quando aparecia uma mulher com parto complicado ou gravidez de risco, como vocês descobriam o problema?Madrinha - A gente via e levava pra Boca do Acre. Mas eu, graças a Deus, no tempo que eu pegava menino, nunca tive este problema. Agora tem uma médica lá, que faz o encaminhamento, se precisar. Na floresta a gente tem que se socorrer com o Senhor Divino, com Deus e tomo Daime e expulso tudo. Muita gente sangra muito, toma Daime e fica bom.Adelise - O que a senhora entende sobre a ação do Daime na hora do parto? Como ele funciona? Ajuda na força da contração, no alívio da dor, na mãe que fica calma?Madrinha - Ele ajuda, funciona muito bem. A gente reza confiando em Deus, primeiramente, que está nas alturas e naquela bebida que a gente consagra, um Ser divino, na Virgem Mãe Soberana que é nossa guia. Nós chamamos pela Virgem Soberana Mãe e o Nosso Patriarca, e eles vêm nos ajudar. E eu acho que ele dá aquela força muito boa, expulsa muito bem,cuida muito bem. Porque o invisível é coisa que a gente não vê. Ele chega e faz o trabalho e você fica até admirada! Agora, o invisível é coisa que a gente não pode explicar pra ninguém. A Nossa Santa Maria, a Nossa Santa Mãe de Deus que nos ajuda a dar calma e paciência e é aNossa Diretora de todo nosso trabalho, que sem a Mãe nós não somos nada. Só é com o Pai, a Mãe e o Filho e o Espírito Santo que é o Divino e com esses nós estamos aqui. Não posso dizer que não estou com estes seres porque é quem nos acompanha. Consagro no meu coração e serei eternamente filha de Deus.- Desculpe sou chorona! Me emocionei...Adelise - Não Madrinha, a senhora é uma flor! É que o parto tem uma intensidade emocional muito grande, então, a senhora, lembrando de tudo...Madrinha - É coisa muito fina mesmo, a gente ali tá, chega na hora do parto, a responsável por tudo é a gente e na floresta principalmente. Por isso que eu digo, eu confio nos seres que me acompanham. Se eu não confiasse, eu não faria. Por que eu não sei, quem sabe é ele, o Daime. Ele me ensina, e eu faço. E aí, eu apresento o saber que ele me ensina!Adelise - A senhora chegou a fazer partos em mulheres que não eram do Santo Daime? Ou todas sempre eram da comunidade?Madrinha - Não, eu fiz sem ser do Santo Daime.Adelise - Então a senhora levava o Daime pra elas tomarem?Madrinha - Levava, se ela quisesse com o Daime eu fazia, se não quisesse eu não fazia. Só se o menino estivesse saindo eu pegava, mas dizia também que eu não era responsável.Com o Daime, eu sou. – Quer tomar o Daime? Se ela falava quero... Então, tomou... Aí eu ficava tudo bem, aí muda tudo, Porque a gente tá com o Daime e ele é quem... Mais sem o Daime... Rapaz! Sem o Daime, eu não faço parto não! Se ela diz: -Eu quero. Aí eu dou.Adelise - As que não eram da comunidade e tomavam o Daime no trabalho de parto, como reagiram, o que elas disseram?Madrinha - Muito bem, se sentiram muito bem, carinhosas!... Também eu dou de conformidade porque eu não vou... Eu dou pra ajudar a fazer o parto. Depois, se ela quiser continuar, né... Se não quiser... As vezes continua, as vezes não. Só vem na hora da história mesmo e deixa... Isso é de cada um, mas o meu trabalho, eu só apresento com ele.Adelise - Quais são as outras coisas que a senhora faz durante o trabalho de parto?Madrinha - Defumação. Eu faço aquela defumação no quarto. "Defuma esta casa bem defumada, com a cruz de Deus ela vai ser rezada". Aí a gente defuma todo quarto, defuma a mulher também. Isso é uma ajuda espiritual. Afasta também aqueles espíritos que estão ali nos arrodeando para incorporar naquele ser que vai nascer. A gente fica chamando as coisas boas, cantando hinário, liga o gravador, cantando os nossos hinos, as nossas chamadas. Boto o hinário do Padrinho Sebastião, da Madrinha Rita, bota do Mestre Irineu, do Padrinho Alfredo, aí vem chamando até que chega o nenezinho. Todo mundo feliz, satisfeito. Então esta defumação, são as ervas que nos ajudam a afastar as coisas ruins que nos arrodeiam. A gente só chama coisa boa.Adelise - A senhora lembra de algum parto que lhe chamou mais atenção e que quisesse contar pra nós?Madrinha - Só esse mesmo de dois, que precisou ir na maternidade. Lá na Cinco Mil ainda -perto de Rio Branco, no Acre. Porque teve o primeiro, foi normal, mas o segundo quando veio, eu não tinha feito nenhum parto assim de dois. Ele botou só a mão e eu não sabia movimentar nem nada, ainda até levei lá. O médico tinha dito pra mulher que um estava bem e o outro atravessado, que ela fosse ter no hospital, mas ela não queria ir. Aí eu disse, vou pegar o menino, mas se houver um problema na hora eu mando levar e assim a gente fez. Levamos, teve que operar.Adelise - Deu tempo de salvar o nenê?Madrinha - Não, quando chegou lá, ele faleceu. Só esse, por aí eu fui ficando meio... Esse negócio de dois eu não quis saber não. Mas já faz anos, foi quando eu comecei. Agora já os meninos, tá tudo grandão, os que eu peguei. Só esse, o resto tudo foi bem.Adelise - Quanto tempo faz que a senhora parou de fazer parto?Madrinha - Acho que foi do Artur o último. Faz 7 anos. Lúcia Arruda (acompanhante da Madrinha) - Mais sempre ela dá assistência.Madrinha - Uma assistenciazinha ali...Lúcia - O pessoal confia muito.Madrinha - De eu estar lá.Lúcia - O pessoal pede, mesmo que a senhora não pegue, esteja perto.Que ela dá ajuda as parteiras mais novas, então, mesmo que ela nãoesforce...Adelise - Ela dá segurança.Madrinha - Dou segurança ali.Lúcia - "Faz isso menina. Manda a mulher pra deitar." Eu já vi ela fazer esse trabalho, e sei que é muita intuição. Ela tem muito jeito. Pra cada caso... não é uma coisa técnica, igual pra todas. Ela tem aquela sensibilidade para saber o que a mulher precisa. Mulheres maisagitadas, ela consegue acalmar. Mulheres que são mais moles, ela já agita pra mulher não dormir. Ela tem a sensibilidade pra saber se está perto, se vai demorar, coisas que o olho dela vê. O olho já espiritualizado nesse sentido. As vezes, é engraçado, ela descobre quando a mulher tá grávida e a mulher nem sabe ainda. As próprias mulheres que estão gestantes confiam muito nela, as vezes mais que em médico. Então, isso não deixou que ela deixasse de vez, se aposentasse dessa tarefa. Tem casos que a mulher grávida diz: "Madrinha, eu queroque a senhora esteja. A senhora tem que estar!" Ultimamente ela não tava nem bem, com falta de ar. Uma mulher foi ter nenê, foi preciso ela ir, foram buscar. Foi ela botar o pé lá. O nenê foi nascendo. Só a presença dela assim dando força, sabendo dar uma dose boa de Daime.Porque o Daime sabe, na hora da contração. Aí o Daime vai, e dá pra mulher o que ela precisa. A calma ou a força, e a Madrinha tem muito essa sensibilidade intuitiva. Quando começou a chegar a medicina, eu notei que as próprias parteiras ficaram mais inseguras. Quando era só elas na comunidade, não tinha pra onde correr, só elas mesmas. Mas agora como chegou médico, elas já ficam mais inseguras ou as próprias gestantes também ficam mais medrosas. Tudo isso tem. Chegou uma modernidade e as próprias gestantes vão procurar o centro médico, têm medo, vão fazer cesariana essas coisas todas que chegou.Madrinha - Mas a Guete (médica da comunidade) também é com o Daime. Ela entra com a gente também. Ela dá uma força também. Se precisar cortar ela sabe, pontear também. A gente dá a assistência pras irmãs, mas nenhuma de nós temos documento de ser parteira profissional. Só parteira da nossa comunidade. A gente é chamada pra aqui e acolá, e agente vai.Adelise - A senhora sabe se já tem uma parteira do Daime no Juruá?Madrinha - Sei não, eu fui lá só uma vez, logo quando começou, quando abriu. Agora nunca mais. Mais elas normalmente andam umas com as outras, as irmãs nossas com as outras caboclas. Tem muita velha, idosa, antiga. Isso tudo é velho e sabido. Lá é que é bom fazer essas coisas com aquelas velhas lá. Ir lá, dá uma viajada lá, É uma beleza assim... De conhecer, vai lá você um dia, mais a turma aí. Pois é, tem que dar uma combinada aí com o Padrinho Alfredo e vai fazer estes trabalhos lá.Adelise - E a Madrinha Rita tem este ofício?Madrinha - Não, parteira não. Ela tinha a mãe dela que era minha sogra, mãe do Neo que era parteira.Lúcia - Já é falecida a Mãinha, mãe da madrinha Rita e do Padrinho Neo. Ela que era a grande parteira da família que ensinou pra Madrinha Cristina.Adelise - Como era o nome dela?Madrinha - Maria Francisca das Chagas.Lúcia - Ela tinha todo material necessário. Uma balancinha.Madrinha - Quem tinha era a Dona Maria Corrente, mãe da Dalvina. Quando ela faleceu passou pra mim. Ganhei dela. Mas a gente dá pra uma, dá pra outra, e quando vê, perderam. A Dona Maria Corrente tinha a bolsa que ela fez lá em Rio Branco.Adelise - Ela fez um curso de parteira?Madrinha - Eu acho que sim, que ganhou a bolsa... Mas tá bom. Depois vocês... Pra frente todos chega... Uma nova documentação...Adelise - Então, a Maria Francisca da Chagas, mãe da Mad. Rita, Pad. Neo e Mad. Júlia é quem a senhora considera como sendo a primeira parteira, a mais antiga?Madrinha - Pra mim foi, que eu aprendi com ela. Ela fazia em mim, por mim, eu via ela fazendo em mim.Adelise - Quantos filhos a senhora teve?Madrinha - Eu tive 14. E ela foi quem... Só dois que eu não tive com ela. Fui pra maternidade no primeiro e o segundo tive na casa da minha mãe. Aí depois, foi só com ela mesmo. A família foi crescendo e eu não podia mais sair de casa e ela sabia fazer. Eu disse: - É aqui mesmo. O resto todos foi com ela.Adelise - E quando é que começou a usar o Daime nos seus partos?Madrinha - Meu mesmo, só tive o último com o Daime. Os outros todos nãousava Daime, ainda.Adelise - Ela usava alguma erva?Madrinha - Só usava o purgante de mamona com chá de hortelã, chá de sene...Adelise - E as ervas pra fazer banho de assento?Madrinha - E estas ervas que a gente fazia os banhos de assento... Sóisso.Adelise - A senhora pode repetir pra mim?Madrinha - Folha de algodão, casca de cajueiro. A gente bota pra cozinhar, faz aquele chá, uma pitada de sal, um óleo de andiroba, copaíba que a gente faz. Tudo isso é cicatrizante. Também as garrafadas de cachaça, tomilho, alfazema que a gente fazia. Outras ervas pra toda hora que tomava banho, tomava um dedinho, pra fazer uma limpeza por dentro. Nesse tempo que a gente não tomava Daime.Lúcia - Então, está tendo uma transformação. Por exemplo, as mulheres que estão tendo nenê hoje, ficam até sentidas, porque elas não tem mais aquelas parteiras fortes como tinha... A Madrinha Cristina, a Maria Nogueira, parteira que a mulher confiava, sabia que o negócio eracurto. Hoje em dia não está tendo uma formação assim como a Mãinha que passou pra Madrinha Cristina. Não sei a madrinha Cristina já espalhou muito. Mas não sei se despertou uma como ela. As filhas dela são todas muito jeitosas, mas não sei se tem uma que tenha recebido da senhora o bastão, a vocação. Será?Madrinha - A Sílvia, ela se dedica para as outras mulheres.Adelise - Mas a Sílvia chega a fazer parto?Madrinha - Sozinha não.Lúcia - Sozinha não, mas ela tinha aquela presença, quando ela chega ela sabe administrar um Daime, ela sabe fazer uma massagem na mulher. São presenças, para um parto caseiro, muito importante. Faz uma reza, faz uma corrente, percebe no ambiente se a mulher esta esmorecendo. Parto em casa precisa da corrente das mulheres. Embora, que são partosmuito naturais, muito silenciosos. Tem uma coisa interessante, você só contagia com a presença da criança, diz o sexo, depois que a mulher desocupou. Antes disso o trabalho tá fechado ainda, nenê já nasceu. A madrinha também é muito jeitosa com o nenê. Mesmo que ela não esteja fazendo o parto, o pessoal quer que ela esteja ali pra pegar o nenê.Parto normal, tudo bem ritualizado.Adelise - O que é desocupar?Madrinha - É a saída da placenta. Aí eu rezo uma prece:"Minha Santa Margarida, não sou prenhanem parida, me tira essas carne morta, queeu tenho dentro da minha barriga, que euquero passar pelo rol das paridas."Aí dá uma cutucadinha na placenta, na barriga...Lúcia - Se for preciso, mais um Daimezinho.Madrinha - Mais um Daimezinho... Manda se levantar um pouco, ficar empé um pouco também. Aí fico ali, dou um Daimezinho, dou massagem, mandosentar de novo. A gente bota água quente num vaso, manda sentar em cimae observar, quando demora... quando não demora. Logo... De repente vem.Depois de sair, aí fica todo mundo animado. Aí a animação reina nacasa.Lúcia - Tem um ritual também, quando o nenê tá nascendo a gente canta ohino do Mestre Irineu.Madrinha - Sol, Lua, Estrela. Quando ele vem apontando, vem saindo...Shuuummm! Aí ele sai...Lúcia - Então eu acho, que é mais uma força espiritual que chega. Na hora, ela tem o dom de curandeira, tem aquele olho bom pra saber o que precisa naquela hora. Que é mais essa sensibilidade... Não é uma coisa técnica.Madrinha - A intuição é quem manda na hora, né.Lúcia - A intuição não só pra parto, todo mundo quando tem nenê sente.Madrinha - Os caboclos, revela tudo. As vezes tem muita gente que atua nos aparelhos, se vê os caboclos atuados, na hora que a gente tá no trabalho espiritual. A gente não sabe nem explicar, mas você, porque toma Daime, também sabe, e faz o parto também, sabe como é... Então, não tem nada pra explicar, já tá tudo dito.Num outro momento da entrevista Lúcia canta um hino presenteado para aMadrinha CristinaEstou aqui, estou aqui,Porque Deus me determinaEu estou com a Virgem Mãe,Meu Padrinho e minha MadrinhaMeu Padrinho e minha MadrinhaEu quero vos agradecerPor essas lindas palavrasQue me fez renascerNa alegria e na esperançaDentro do meu coraçãoDe receber a vidaAtravés da respiraçãoConfia, confia, confiaNas minhas palavrasQue há muito tempo eu deixei contigoAtravés da linda mensagemMesmo com todo sofrimentoNão queira esmorecerTe firma na vida novaQue a mensagem vem dizerMadrinha - É este o presente.Lúcia - Na Nova Jerusalém, o hino que é o presente da madrinha Cristina é a Mensagem que fala da vida nova. Então aí, passado esse tempo... A Nonata, num trabalho forte dela, recebeu esta mensagem diretamente dele, do Padrinho Sebastião, pra entregar pra Madrinha, reforçando a fé, a esperança de uma cura, de uma melhora.Madrinha - Acho que ele tá por aqui!Madrinha Cristina contando um pouco da sua história- A Madrinha Rita casou com o Padrinho Sebastião, ficaram morando lá...E o Neo veio pra Rio Branco com o pai dele. A D. Maria Francisca dasChagas e o pai dele, a Júlia, a Tetê e o Neo. Aí vieram morar lá no RioBranco, perto da gente. Aí eu conheci eles. E por aí começou tudo! Aícasei com ele, com o Neo e fui morar na Colônia Cinco Mil. Aí oPadrinho quis vir aonde estava o seu Idalino com sua família. E veio...Quando ele chegou na Cinco Mil eu tava morando lá. Já tinha a primeirafilha que é a Sílvia. Foi quando eu conheci os dois, (PadrinhoSebastião e Madrinha Rita).Quando ele chegou eu já sofria muito, sofria de muita coisa e ninguémsabia o que era. No fim, quando ele chegou, ele já trabalhava noespiritual, sem Daime mesmo. Porque ele começou sem Daime. Com Daimeque ele recebeu mais coisas. Aí foi pra minha casa e lá ele viu ecomeçou a me tratar. Fazer aqueles trabalhos e tal... Então, eu sentique fui melhorando daquelas coisas que me perseguiam. A gente quando éespírita, as vezes nem dá fé, chegam aquelas coisas... leva pancada,leva dor, e grita, e... As vezes são os espíritos... Daí pra cá ele foime desenvolvendo e tal. Aí fui melhorando e me agarrei com ele, seguramesmo e tô aqui. Sofrendo mais sou feliz. Porque tenho ele no meucoração, entreguei meu amor a ele. Embaixo de Deus, de Jesus e ele naterra que me ensinou. Através de Jesus, mandaram tirar eu daquelaescuridão que é coisa ruim. Aí fiquei com ele. Depois ele entrou noDaime, botou nós e eu tô feliz de tomar este líquido."Quem não provou, venha provar,esta bebida que aqui está."Tu conhece o meu hinário?Adelise - Conheço. O Parto que fiz da Cristal, filha da Elisa e doRoberto em Dois Irmãos, na primeira fase do trabalho de parto, nósescutamos o seu hinário.Madrinha - Ah!... Então, foi bom! É um pouco sofrido meu hinário... queeu também sofri muito... até ver, sentir... mas tô bem...Madrinha Cristina contando sobre sua família- 14 filhos, 36 netos, 9 bisnetos e a vizinhança da comunidade que temumas quatrocentas pessoas. Quase todos me consideram como uma madrinha,uma mãe. Aí, to aí... Nós que leva junto com a Madrinha Rita e oPadrinho Alfredo. Não é fácil!Adelise - A senhora chegou a fazer parto com os pais participando junto?Madrinha - As vezes eles estão em casa, as vezes estão viajando.Adelise - Quando estavam junto eles ajudavam?Madrinha - Ajudam. Eu chamo pra segurar a mulher, pra eles ver também.Pra eles ver o movimento da história como é e, pra sentir um pouco oque uma mulher passa. Muita coisa, né? Pra dar valor ao nascimento.Eles ficam contentes, tem deles que choram.Adelise - A senhora percebeu alguma coisa excepcional que relacionoucom o fato de usar o Daime no parto?Madrinha - Esse do nenê que nasceu de bunda, porque eu tenho isso comoum milagre. Um milagre que eu vi se realizar assim, de repente. Com isso a gente fica mais contente, né? Todo serviço com o Daime acaba ficando todo mundo bem, não dá hemorragia, a criança nasce bem, fica viva, graças a Deus tudo tem sido bem.Adelise - Quando a senhora fazia parto, dava Daime para todos os que estavam na casa ou só para a mulher grávida?Madrinha - Dou para os assistentes todos. Se tem três ou quatro pessoas, todos tomam.Adelise - Mas não na mesma freqüência que a mulher grávida?Madrinha - Não, ela é mais, e a gente que tá assistindo ali...É umas duas ou três pessoas no quarto, o restante fica lá fora pra o que a gente precisar, chamar. Mas todos tomam Daime, trabalhando na casa e o hinário rola, a gente bota as fitas pra tocar e então a gente canta. Asvezes tá com disposição e a gente fica cantando, é bom.Adelise - Então, madrinha obrigada pelo seu tempo, onde a senhora contou um pouco da sua história, seu trabalho de parteira, dessa sua vocação.Madrinha - Nada, eu é que agradeço de você escutar essas palavrascansadas. Também que eu me acho um pouco cansada pra explicar, tambémnão sei conversar muito...Adelise - Mas o que importa é sua sabedoria...Madrinha - Mas a sabedoria divina que Deus me dá, eu... não tenho quenegar, não é?Adelise - Isso mesmo, então, muito obrigada.Madrinha - De nada querida. Que Deus abençoe você.